La mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, participó en la IX Cumbre de la CELAC en Honduras, donde destacó la unidad regional como respuesta a los desafíos globales, en un discurso que combinó visión estratégica y compromiso junto a la integración latinoamericana.

Su intervención, aunque breve por la agenda nacional, resonó como llamado a la solidaridad frente a las asimetrías del comercio internacional. 

Con un mensaje claro contra las medidas coercitivas, Sheinbaum defendió a Cuba y Venezuela, señaló que los bloqueos comerciales solo profundizan las desigualdades y obstaculizan la construcción de paz en la región. «Rechazamos las sanciones que afectan a los pueblos», afirmó, reforzando el principio de autodeterminación que guía la política exterior mexicana.

La jefa de Estado propuso una innovadora Cumbre por el bienestar económico regional, enfatizó que la proximidad geográfica debe traducirse en cooperación tangible en materias de educación, energías limpias y justicia social. «Ningún país debe quedarse atrás», subrayó, al presentar a la CELAC como plataforma para una prosperidad compartida basada en la equidad.

Al vincular su participación con los logros de la Cuarta Transformación, Sheinbaum el humanismo mexicano, como parte de una herencia de luchas históricas y sabiduría ancestral, que ha logrado inspirar su visión integracionista.

De igual manera, agradeció a la presidenta Xiomara Castro por la invitación, lo que reafirma los lazos entre México y Honduras como ejemplo de la diplomacia solidaria que impulsa la Celac.

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